Importante Venezuela Responsable

Un contrato de Responsabilidad Civil para Vehículos es una exigencia de la legislación venezolana que obliga a los propietarios del parque automotor como de motocicletas a poseer una garantía de respuesta frente al daño que pudiera causar a terceros.

La responsabilidad civil para vehículos consiste en la obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que pueda haber causado al patrimonio de un tercero, sea en naturaleza o por un equivalente monetario.

La Empresa Venezuela Responsable, C.A., se compromete a indemnizar al(los) tercero(s), por los daños materiales y corporales ocasionados por nuestros clientes, como consecuencia de un accidente vial en los términos establecidos en los contratos según sean las coberturas de Gastos Médicos, Invalidez, Muerte, Daños a la Propiedad, Estacionamiento y Asesoría Legal.

Todo esto apegado y dando cabal cumplimiento de lo exigido por la legislación Venezolana y sus distintos organismos rectores, donde se establecen los montos mínimos con los que debe contar cada tipo de vehículo

La RCV se hace necesaria para respaldar el daño a terceros causado por vehículos automotores o motocicletas a bienes y personas sin que el contratante vea afectado su patrimonio. Además de ser una exigencia de ley, permite que el contratante está amparado y no afectar su patrimonio familiar en caso de incidente.

Todo vehículo a motor debe estar amparado por una póliza de seguro de Responsabilidad Civil, para responder suficientemente por los daños que ocasione al Estado o a los y las particulares. Igualmente resultará obligatorio el seguro de Responsabilidad Civil para las motocicletas, en las mismas condiciones que rige para los automotores.

En el caso de vehículos destinados al servicio de transporte terrestre público y privado de personas, sus propietarios o propietarias deben contratar adicionalmente una póliza de seguro de accidentes personales que cubra a las personas que transporta y su equipaje.

La idea de estar amparado frente a riesgos de daños a terceros supone que el contratante de una RCV tenga la posibilidad de evitar que sus gastos para alimentación, entretenimiento, salud, educación u otros se vean menguados porque la cobertura de su plan no resulta suficiente para honrar los compromisos del incidente.